“Tarde” es el título provisorio de la película que el cineasta Santiago Palavecino comenzará a filmar en abril y mayo del próximo año en San Pedro y Baradero, con la producción de “Matanza Cine”, liderada por Pablo Trapero.
Es el segundo largometraje del director, quien tras su elogiada ópera prima “Otra vuelta”, participó en diversos festivales internacionales.
El guión de su nueva creación tiene una significativa historia: fue seleccionado para la residencia de la Cinéfondation en el 2005 y participó en un workshop organizado por la Fundación Antorchas en colaboración con los Festivales de Rotterdam y Göteborg. Luego fue elegido para el Atelier del Festival de Cannes 2006.
“Actualmente estamos reescribiendo el guión junto a Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Santiago Mitre (guionistas de la próxima película de Trapero). La idea es trabajar con aquellos materiales que aún me interesaban de aquel guión que había participado en el Atelier de Cannes en 2006 –en especial, algunos personajes y espacios- y trasladarlos a algunos de los temas que me preocupan en la actualidad”, comenta Palavecino.
La intención de modificar el original se basa, para el director, en el tiempo transcurrido desde que inició el proyecto. En ese sentido, sostiene que cuando “pasa mucho tiempo se muere algo de la relación que uno tiene con el proyecto, ya que uno cambia y siente aquello lo escribió otra persona”. Así, plantea: “Por eso, a veces tengo la sensación con algunas películas que se filman muertas. De hecho, hay un viejo chiste que hacía Federico Fellini: siempre decía que uno termina filmando cadáveres, dado el largo tiempo transcurrido y las dilaciones entre el momento que se escribe un proyecto y su rodaje”.
La historia en San Pedro
“Tarde” tiene su núcleo en un triángulo amoroso entre personas de 40 años y su relación con un grupo de adolescentes de 15 años. Las locaciones serán San Pedro y Baradero. “Me interesan esos espacios por su extrañeza. Es un paisaje como el de mi infancia en Chacabuco pero enrarecido. Es como si a un pueblo de la pampa bonaerense se le agregara sinuosidades y río. Me interesa la forma en que los brazos del río penetran en San Pedro, captar la forma en la que se va disgregando la ciudad, la contigüidad que existe entre los barrios de pescadores con las casas costosas de fin de semana”, plantea.
Palavecino estuvo en algunas oportunidades en la ciudad años anteriores, recorriendo y buscando zonas de barranca y río para rodar su película. “Y después descubrí que en San Pedro hay una luz extraordinaria. Con el director de fotografía Fernando Lockett estuvimos mirando algunas locaciones y no podíamos reprimir nuestra felicidad a las siete de la tarde junto al río”, cuenta.
Otro tema que atraviesa el guión “es el margen de repetición y de variación de las experiencias pueblerinas a través de las distintas generaciones”. Pero además, se agregaron otras cuestiones que surgieron del interés del autor. “Tienen que ver con un componente trágico en los adolescentes. Hay dos cuestiones que me intrigan que es la realidad de los adolescentes hoy, que tienen otras pautas de conducta, otros códigos de lealtad, de relaciones sentimentales y de vínculo con el alcohol y las drogas, que se utilizan de forma diferente a las que le daba mi generación”, indica y agrega: “Me interesa trabajar cómo, frente a ciertas pérdidas, a ciertos acontecimientos que son violentos, hay cierto anhelo ancestral de venganza, de compensación, de reparación. Apuntamos a explorar algunas situaciones en las que se pone muy de manifiesto la brecha –inevitable- que hay entre los acontecimientos trágicos en sí y las formas de reparación que pueden brindar las instituciones”.
El director
Santiago Palavecino nació en Chacabuco (provincia de Buenos Aires) en 1974. Estudió en la Universidad del Cine y se graduó en Letras en la UBA. Es profesor de la Universidad Di Tella y de la del Cine. También es el responsable de la traducción al español de la Histoire(s) du cinéma, de Jean-Luc Godard.
Es el segundo largometraje del director, quien tras su elogiada ópera prima “Otra vuelta”, participó en diversos festivales internacionales.
El guión de su nueva creación tiene una significativa historia: fue seleccionado para la residencia de la Cinéfondation en el 2005 y participó en un workshop organizado por la Fundación Antorchas en colaboración con los Festivales de Rotterdam y Göteborg. Luego fue elegido para el Atelier del Festival de Cannes 2006.
“Actualmente estamos reescribiendo el guión junto a Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Santiago Mitre (guionistas de la próxima película de Trapero). La idea es trabajar con aquellos materiales que aún me interesaban de aquel guión que había participado en el Atelier de Cannes en 2006 –en especial, algunos personajes y espacios- y trasladarlos a algunos de los temas que me preocupan en la actualidad”, comenta Palavecino.
La intención de modificar el original se basa, para el director, en el tiempo transcurrido desde que inició el proyecto. En ese sentido, sostiene que cuando “pasa mucho tiempo se muere algo de la relación que uno tiene con el proyecto, ya que uno cambia y siente aquello lo escribió otra persona”. Así, plantea: “Por eso, a veces tengo la sensación con algunas películas que se filman muertas. De hecho, hay un viejo chiste que hacía Federico Fellini: siempre decía que uno termina filmando cadáveres, dado el largo tiempo transcurrido y las dilaciones entre el momento que se escribe un proyecto y su rodaje”.
La historia en San Pedro
“Tarde” tiene su núcleo en un triángulo amoroso entre personas de 40 años y su relación con un grupo de adolescentes de 15 años. Las locaciones serán San Pedro y Baradero. “Me interesan esos espacios por su extrañeza. Es un paisaje como el de mi infancia en Chacabuco pero enrarecido. Es como si a un pueblo de la pampa bonaerense se le agregara sinuosidades y río. Me interesa la forma en que los brazos del río penetran en San Pedro, captar la forma en la que se va disgregando la ciudad, la contigüidad que existe entre los barrios de pescadores con las casas costosas de fin de semana”, plantea.
Palavecino estuvo en algunas oportunidades en la ciudad años anteriores, recorriendo y buscando zonas de barranca y río para rodar su película. “Y después descubrí que en San Pedro hay una luz extraordinaria. Con el director de fotografía Fernando Lockett estuvimos mirando algunas locaciones y no podíamos reprimir nuestra felicidad a las siete de la tarde junto al río”, cuenta.
Otro tema que atraviesa el guión “es el margen de repetición y de variación de las experiencias pueblerinas a través de las distintas generaciones”. Pero además, se agregaron otras cuestiones que surgieron del interés del autor. “Tienen que ver con un componente trágico en los adolescentes. Hay dos cuestiones que me intrigan que es la realidad de los adolescentes hoy, que tienen otras pautas de conducta, otros códigos de lealtad, de relaciones sentimentales y de vínculo con el alcohol y las drogas, que se utilizan de forma diferente a las que le daba mi generación”, indica y agrega: “Me interesa trabajar cómo, frente a ciertas pérdidas, a ciertos acontecimientos que son violentos, hay cierto anhelo ancestral de venganza, de compensación, de reparación. Apuntamos a explorar algunas situaciones en las que se pone muy de manifiesto la brecha –inevitable- que hay entre los acontecimientos trágicos en sí y las formas de reparación que pueden brindar las instituciones”.
El director
Santiago Palavecino nació en Chacabuco (provincia de Buenos Aires) en 1974. Estudió en la Universidad del Cine y se graduó en Letras en la UBA. Es profesor de la Universidad Di Tella y de la del Cine. También es el responsable de la traducción al español de la Histoire(s) du cinéma, de Jean-Luc Godard.
[La entrevista a Palavecino fue realizada por Manuel Barrientos para cine.argentina.ar]
1 comentario:
¡Qué bueno! y qué conceptos interesantes sobre la ciudad!!! Esto sí es cultura...
Publicar un comentario